Sexto semestre

jueves, 15 de septiembre de 2011

Reconstrucción de Europa



Los europeos estaban decididos a evitar que semejante matanza y destrucción pudiera volver a repetirse. Poco después de la guerra, Europa quedó dividida en Este y Oeste dando comienzo a los cuarenta años de la guerra fría.

En la segunda mitad de 1945 las perspectivas económicas en Europa distaban mucho de ser brillantes.
  • El problema inmediato no era de escasez de activos, a pesar de la fuerte destrucción, sino de una grave escasez de suministros esenciales, incluyendo alimentos, y de una población debilitada y subalimentada. Se necesitaban urgentemente importaciones para producir una recuperación en la producción, pero a causa de un bajo potencial de exportación Europa no disponía de los medios para pagarlas.
  • La situación de Europa se agravó por muchos otros factores, incluyendo grandes deudas públicas,
    nuevas olas de inflación, pérdida de mercados y relación de intercambio desfavorable, y
    por trastornos sociales y políticos.
  • Pronto se hizo evidente que Europa no podría llevar a cabo la tarea de reconstrucción sin
    ayuda. Afortunadamente, las políticas de los gobiernos aliados y del norteamericano en
    particular demostraron ser más constructivas de lo que habían sido después de la primera
    guerra mundial.
Preparando la reconstrucción
Los horrores y la destrucción de la segunda conflagración mundial sobrepasaron con creces los de
la primera. En cambio, la inestabilidad y la crisis de la economía mundial del período de entre guerras no
tuvieron ningún eco en la segunda posguerra. Justo al revés, tras una veloz reconstrucción económica, el
mundo -y no sólo Occidente- se vio propulsado al mayor crecimiento económico jamás vivido.
¿Cómo es posible que las consecuencias de la segunda guerra mundial fuesen tan distintas, o,
mejor dicho, opuestas a las de la primera cuando aquélla resultó mucho más costosa y devastadora que
ésta?
La paradoja es sólo aparente y tiene fácil explicación. A diferencia de treinta años atrás, la segunda
posguerra mundial se afrontó con una firme voluntad de cooperación económica por parte de los
gobernantes de los países occidentales, principalmente, de Estados Unidos, por un lado, y de Gran
Bretaña, por otro.
La concatenación de la Primera Guerra Mundial, Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial
sacudió las conciencias de los gobernantes de las democracias amenazadas, que aprendieron en ese duro
trance las «lecciones de la historia». No debían repetir los errores de las políticas económicas puestas en
marcha después de la Primera Guerra Mundial, lo que Keynes había denunciado en “las consecuencias
económicas de la paz”:
o no deberían reclamar deudas de guerra, con el fin de evitar la asfixia de las economías que
languidecen en los estados beligerantes;
o Estados Unidos no debería caer de nuevo en el error de replegarse y permanecer
indiferente ante las necesidades de ayuda financiera de los países en reconstrucción;
o y, finalmente, sería necesario establecer unas reglas de juego aceptables y aceptadas por
todos que conjurasen el peligro de una repetición de las políticas de «empobrecer al
vecino» -combinación de proteccionismo extremado con devaluaciones competitivas-, que
se practicaron en los años 1930, y que sumieron al mundo en la peor recesión conocida.
Este último reto hizo indispensable que la comunidad internacional se dotase de una nueva
arquitectura institucional que pudiera garantizar un comercio multilateral libre y un sistema de pagos
internacional estable y capaz de absorber los desequilibrios externos de los países. Cuando menos así lo
pensaban Estados Unidos y el Reino Unido, los dos líderes de la economía internacional y bastiones del
bloque aliado.
Por ello, desde 1941 trabajaron en el diseño del sistema económico de posguerra. Llegaron a un
acuerdo sobre el proyecto 3 años más tarde y exhortaron a los otros países a adherirse a él. A tal fin
convocaron una conferencia económica internacional, que se celebró en junio de 1944 en Bretton Woods.
El marco institucional allí aprobado tuvo excepcional importancia, y no porque a partir de entonces se
adecuasen a él las relaciones económicas internacionales. Si bien el nuevo orden financiero y comercial
no sirvió para solucionar los perentorios problemas de balanza de pagos que tenían planteados los países
en la inmediata posguerra, sí tuvo la virtud de definir el entorno en que idealmente deberían operar el
comercio, los movimientos de capital y los pagos exteriores. Tanto es así que Bretton Woods fijó un
horizonte hacia el cual debían encaminarse las políticas comerciales y cambiarias, horizonte que, con
algunos cambios, aún hoy sigue plenamente vigente.
Los acuerdos de Bretton Woods consistieron en la creación de tres nuevas instituciones
supraestatales:
• la Organización del Comercio Internacional (OCI), después Acuerdo General de Aranceles y
Comercio (GATT) y más tarde, Organización Mundial del Comercio (OMC)
• el Banco Mundial (BM) y
• y la pieza fundamental: el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Estas medidas adoptadas en Bretton Woods para el largo plazo empalidecieron ante el empuje y la
publicidad concedidas al Plan Marshall diseñado para resolver problemas inmediatos y en el corto plazo
que Europa necesitaba imperiosamente.

3 comentarios:

  1. Alejandra Bravo y Serrano


    Como es obvio en todas las guerras existe una caída en economía, bienes, etc...
    ¿Por qué?
    La nación, estado, país o donde se arme la guerra y los países participantes, gastan demasiado en armas e instrumentos para destruir al enemigo y ganar la guerra, entonces ¿qué pasa? viene una gran caída económica y tienen que hacer algo para recuperarse.
    Aunque el sistema económico de posguerra de estabilidad "no sirvió mucho" llegaron a la creación de organizaciones y bancos para recuperarse, y gracias a esto "entraron" al Plan Marshall y a Europa Fue lo mejor que le podía pasar en ese momento ya que fue de gran ayuda.
    Aunque Europa no tuvo gran problema gracias a la rápida reconstrucción de la economía. Pienso que la Segunda Guerra Mundial fue diferente ya que aprendieron de lo que paso en la primera y gracias a esto el impacto en cuanto el daño a la nación fue mucho menor.

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  2. Itzel Peña Quevedo


    Al leer esta información sobre las dos guerras mundiales y los tratados que tenían para no llegar a una guerra mundial, entendí de que en cada guerra siempre van haber problemas económicos, sociales etc. Dado a que después de una guerra las cosas cambian drasticamente para el país y su gente y esto paso en la segunda guerra mundial por que la primera fue peor pero ala vez eran distintas.
    A pesar de que hicieron cosas para no tener que llegar a una guerra, como los sistemas economicos y otros.

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  3. Miss me pareció muy interesante la información y creo que me va a ayudar mucho para hacer mi ensayo :)

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